Crónica de la cena del mes de noviembre de 2014

Restaurante Arce, 27 de noviembre de 2014

Llegamos a la zona cercana a la plaza de Chueca. Bajamos unas escaleras hacia una puerta de donde salía humo y olor a tabaco en combustión. Abrimos la puerta de cristal y nos encontramos con la imponente figura de nuestro gran amigo Iñaki Camba gritando a viva voz: ¡Vamos, daos prisa, que la cena empieza a las 9!

Volvemos a uno de los restaurantes míticos del Club: Arce. Este es un restaurante que ha cumplido el cuarto de siglo en Madrid acompañándonos en nuestra vida diaria. Mi padre dice que los negocios acaban pareciéndose a sus dueños, y esa es una verdad evidente en el caso de Arce. Arce es como Iñaki: grande, honesto, clásico pero con enfoque moderno, directo y acogedor. Te gusta o te disgusta, pero no te deja indiferente. Y si te gusta, tal como nos ocurre a nosotros, Iñaki es el mejor amigo, que te abrirá su casa para hacer todo lo posible para que pases una excelente velada en su compañía, poniendo a tu disposición su casa, su cocina, su comida y su bebida. Prueba a charlar con él, a pedirle que te cuente como cocina lo que te están sirviendo, de donde viene la materia prima, a comentar las distintas texturas, etc. Las respuestas de Iñaki conformarán una lección magistral, muy amenas, dándote la oportunidad de discutirlas y, llegando siempre al consenso de que unos amigos, una mesa y un habano es una de las mejores experiencias que puede vivir un ser humano. ¡Muchas gracias, Iñaki!

En cuanto a lo que fue la cena, no quiero hacer demasiados comentarios. Como he comentado antes, estos se quedaron en la mesa charlando con Iñaki y con la gente que fuimos. Fumamos de aperitivo unas Mañanitas de Vegueros de Pinar del Rio mientras esperábamos la llegada de los más de 50 socios asistentes (por cierto, aunque puede parecer algo nimio, recomiendo a todo el que vaya a Arce que pruebe las almendras fritas con el aperitivo) que nos introdujeron a un paté ahumado (¡como son todos los ahumados de Arce!) y a un guiso de setas y calabaza con trufa y huevo (¿Cómo estaba el huevo? Ni frito, ni cocido, ni escalfado… Estaba elaborado a 65º, y para saber lo que eso significa hay, que probarlo…).

Como plato principal tomamos una hamburguesa de caza con mostaza caramelizada. Tal como he manifestado en otras crónicas, nunca he sido un gran aficionado a la caza, pero en el caso de esta hamburguesa., nos costó creernos que lo que había dentro no fuera ternera y buey de la mejor calidad. El sabor estaba excepcional, aderezado perfectamente con la mostaza a la antigua, consiguiendo que el aliño fuera una parte fundamental del plato.

Tras la carne y los ruegos para ver si podíamos repetir, terminamos la cena con un zócalo cramboll con frutas confitadas y un biscuit de chocolate y café, que hizo las delicias de todos los comensales, fueran estos más o menos amantes del dulce.

Al terminar de cenar, nuestro presidente Bernard nos habló de las novedades del club, con incidencia a la necesidad de estar al día de las cuotas para dar paso a Ángel García, que con su habitual maestría nos hizo una breve pero interesante reseña de las joyas que nos íbamos a cenar: unos Partagás selección privada 2014 edición limitada (con presentación exclusiva para España). Gracias a nuestro amigo Javier Rodríguez Lera de Tabacalera, fuimos los primeros en España en poder degustarlos, ya que, en el momento de la cena, todavía no se habían puesto a la venta (otra vez más, muchas gracias Javier por el gran apoyo que nos das). Aparte de las notas de Ángel, el comentario general en la cena era que estábamos volviendo a fumar la esencia de Partagás, con una fortaleza que hacía tiempo que no veíamos.

El complemento de los Partagás fue un exquisito Glenfiddich 15 años, una malta color oro con aromas a miel y madera que complementaban perfectamente al habano. Adicionalmente, fue muy agradable encontrar un sorprendente sabor suave con matices de vainilla y miel que maridaban extraordinariamente con la fumada. Este whisky fue una sabia elección de Pablo Arredondo Jr. y del Brand Ambassador de Glenfiddich Sergio Quintana de Antonio. Muchas gracias a los dos, y enhorabuena por haber elegido tan bien.

Pasadas la 1 de la mañana pusimos rumbo a casa, habiendo quedado citados para el próximo 18 de diciembre, cuando se celebrará en nuestra sede de Aderezo la gala de invierno, con grandes sorpresas para todos los socios y amigos asistentes.